Sobre la Sierra de la Pila en el centro y la Sierra del Cantón a la derecha, un halo alto y muy duradero. Se podían apreciar los dos Sundogs o parhelios laterales.
Con absoluta precisión, las avispas planean impulsadas por la brisa. La tensión superficial del agua se curva por el peso, repartido entre sus seis patitas, dando lugar a divertidas sombras.