martes, 12 de noviembre de 2013

Ionización


 

 
 
 
El roce de las partículas, de cúmulos y/o cirros que el viento provoca, crea electrones sueltos que tienen energía pero no masa.
Es lo que potencia  los colores que se salvan de la difracción, hace que sean mas brillantes de lo habitual a la vez que Eolo, dios del viento, extendiende el rojo casi dramáticamente.
La primera toma es de Aart. Gracias amigo.
 
Barbarroja 08/11/2013

3 comentarios:

Juan A. Bafalliu dijo...

Toda belleza natural tiene su explicación científica, aunque alguna aún no hayamos conseguido descifrarla.
No por conocer dicha explicación, estas manifestaciones tienen menos magia o atracción, sino más bien al contrario. Aún nos atraen más y nos hacen sentir aún más fascinados por la complejidad de la vida que nos rodea.
Maravilla de atardeceres muy bien captados.
Este Barbarroja es una mina de belleza natural.
Buena entrada.
Un besico, wapa.

Ana del Agua dijo...

¡ Hola Bonobo !
He de reconocer que es un lugar especial.
Y sin embargo...No quiero pensar en lo que supondrá, si los rumores son ciertos, que traigan la gran cementera da San Vicente.
Una enorme (monstruosa) e invasiva polución para este ya castigado cielo.
No quiero que mis fotos sean testimonio de lo que fueron cielos hermosos, casi límpios.
Espero información y
deseo estar equivocada.
Una suerte que Aart refleje el mismo cielo.
Bonita serie la de las ventanas.
No te quejarás, que vives en un pueblo precioso.
Un besito pare él y otro para ti.

Juan A. Bafalliu dijo...

Pues no, no me quejo. Estoy encantado viviendo aquí, y más aún sabiendo que, de momento, no hay previsto ningún desaguisado como el que comentas.
Espero que todo quede en un simple proyecto y se lo lleven a otro lugar donde haga menos daño. Difícil, porque estos mamotretos hacen daño estén donde estén. Pero si los tenemos lejos, al menos no recibimos directamente sus maldades. Ya sabes, ojos que no ven...
A ver si hay suerte y se la llevan lejos, que podamos seguir disfrutando de tus cielos barbarrojeños.
Un beso te manda mi querido pueblo adoptivo, y otro más que te mando yo, wapa.