21 de Enero del 2014
Siendo las seis a.m., y luego de una noche en vela por los intensísimos calores que persisten en este verano rosarino, sin más vueltas para dar en la cama (todo el repertorio, agotado), decidí, de pronto, subir a la AZotea del edificio por si acaso tenía la suerte de dar con la reaparición de Venus
Siendo las seis a.m., y luego de una noche en vela por los intensísimos calores que persisten en este verano rosarino, sin más vueltas para dar en la cama (todo el repertorio, agotado), decidí, de pronto, subir a la AZotea del edificio por si acaso tenía la suerte de dar con la reaparición de Venus
2 comentarios:
Valió la pena el madrugón, además de por esta fantástica explosión de color, porque seguro que allí arriba hacía un poco de fresco del amanecer.
Es una linda niña...imagina :
¡Las casas de sus pajarillos tienen las puertas abiertas !
Pueden salir y entrar libremente.
Y además saca fotos como ésta.
Un abrazo, paisanico .
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